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  • Dos poemas | Adrián Chaurán

    Poema debajo de un adiós en los labios. A quien más dolor me causa. Es el amor que con su ala cierne mi sangre. Fue tu cuerpo, esa otredad, un paso doblegado a mí, desde el tiempo hecho de auroras y de olas.                                             Fue ser de sombras que crecen desnudas entre las manos como recuerdo de tu imagen,                                como lo blanco de tu gemido líquido en mi boca, agolpada, adentro de mí,                                         mientras se deshacían en vértigo las noches                    alejadas de las redes de eterna flecha y puñal, oscuridad; amarrados en la sangre del río por lo oculto del estertor. Te detienes en mis labios, en horas de lágrimas:                                                                                 tú, desnudez táctil; un cuerpo que eclipsa los metales oscuros y es vida, aún en el espíritu cuando las aves sean nuestra quemadura                                                                                                                    y nuestra muerte. Poema en donde no soy ni seré. A pesar de mí. Hay en mis venas un nombre de cristal y de odio, hay una guitarra de ecos rumoroso y de oquedad en la caricia:                                   poblada de caminos y de combatiente temor de perfil,                                   de magnolias o de muerte bajo el nitrato de la piel. Una vocal es un cóndor de herida humana, íntima, encendida con nuestras bocas al unísono que huyeron dejando al cielo y a tu mirada sin desgarradura.                                    Aún te quiero en el sueño de eternidades sinuosas , aún en mí                                    quiero el fulgor de tus brazos enemigos, amor, detenerme en cada tacto de maduro trigo y besarte,  ya en la ausente orilla de la soledad                                                                                            con mi sueño . _________________________________ Adrián Chaurán nació en Lechería (Venezuela, 1999). Cursa estudios de “Lengua y Literatura” en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Es autor de " Ala dulce y Homicida ". Recibió una Mención Honorifica en el III Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2022; es ganador del IV Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2023 y obtuvo la máxima distinción del Primer Concurso del Grupo Editorial Encontrarte.

  • Tres poemas | Eduard Farràs Núñez

    Poder partir Cuando eres joven debes  aprender a atarte los zapatos. Así, cuando seas adulto, sabrás deshacer el nudo que te amarra a la cuna. Arrojo  Gorriones y palomas vuelan bajo al borde del torreón,  el instinto los previene de  remontar su altura. Rasuran la niebla de la fosa, compactan la fertilidad de la brecha. Son preparativos de dureza  dispuestos en honor al viajero del aire. Estramonio en la hora del té Todo el monte es farmacopea. ¡Fermenta, limo! Exhuma la tierra criolla a costa de,                   en la costa de Colón. Experiencia comprimida, un cascabel que medita. Noche líquida en porcelana. _________________________________ Eduard Farràs Núñez (1987) se dedica a la difusión de los valores de la biodiversidad a través del blog  floraornamentaldebarcelona.com  y es actor de teatro  amateur . Algunos de sus poemas están incluidos en las antologías  UniVersos que frecuento  (Hijos del Hule, 2021) y en  CuentoVersias  (Hijos del Hule, 2022). Ha publicado los poemarios  Mal del siglo. Un paseo histórico-ficticio  (Olé Libros, 2023) y  Anotar lo extinto  (RIL editores, 2024). También ha colaborado en el magazine literario  Irredimibles así como en las revistas literarias  Autores,   Aullido, Athanor  y en  Suburbia , que ha traducido sus composiciones al polaco.

  • Septiembre | Eduardo Luis Alvarado

    septiembre la sed palpable desacelera se hace sangre se hace sal se hace piel desacelera (no puede frenar) y me dice estás bien faltará la humedad del amor pasado faltará todo lo que siempre falta pero estás bien (quédate tranquilo sabiendo lo que sabes hiriendo el pasado para que regresen solo hallazgos de frutas cayendo, pudriéndose a la espera) la sed era una ahora son las multitudes; la ciudad abierta _________________________________ Eduardo Luis Alvarado (1996, Durango) estudió cine en Guadalajara. Su cortometraje de ficción, Jaguar, compitió en el 18° Festival Internacional de Cine de Morelia. Dirigió el videoclip Retazos de Diciembre, para la banda chilena Patio Solar, exhibido en el Bogotá Music Video Festival. Impartió el curso Adaptar al cine: teoría y práctica de la transposición para Casa Negra Cine. Como autor ha publicado cuento y poesía en revistas físicas y digitales, como Luvina (UDG), Punto en Línea (UNAM), Fósforo, Granuja, Estrépito, entre otras. Formó parte del Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes Jesús Gardea en el 2023.

  • Poesía | Jorge Pérez Escamilla

    I de niño creía ser un monstruo cuando, al mirarme en el espejo, no reconocía en el rostro aparecido el brillo de mis ojos. sin ver en mí los rasgos de mis padres, sentía su tristeza respirar por mis pulmones. así persistía la criatura entre tú y yo. su influjo se perdió cuando moriste: vagando, el monstruo habría subido a las montañas, querría tragar hierbas para purgarse de mí. pasadas largas lunas, hace poco volvió al espejo la criatura: se aparece de pronto en mi camino, repite los mismos versos que cuela en mis pulmones. cada tanto sueño que vienes con el monstruo caminando por el negro prado de los montes y, feliz, emerges para siempre de entre las aguas de los ríos. cada que despierto te busco desesperado en los prados y los montes; dirijo los ojos al espejo y te encuentro perdida en mi mirada. II cómo crece aquello que no he sembrado: me rebasan las paredes y entre las fisuras brota concreto viejo, arruinado, soñado acaso cual lenguaje vivo dislocado de quienes lo pronuncian: constructo que llega al cielo, metáfora sin símiles. cae el lenguaje sobre mí y lo repito en soledad, alejado del vacío, próximo a otros cuerpos vivos, detenido en el tiempo como piedra, pesado como la piedra, herido por la piedra que pronuncio. III se llenó la plaza de angustias. sigo el trayecto de la mirada y no alcanzo a recordar, aunque así me lo proponga, cómo llegué a este paraje. ¿así habrá sido estar en lo alto de la pirámide? esta tristeza que lo mata todo, así la certidumbre de mi cuerpo puesto en este desolado, desecado lago abierto en el que camino sin reconocer, cual muerto vivo, soñado, el refugio de mi angustia. ¿qué casa habré de imaginar, aquí, donde no hay ni sombras, historia o significados? ¿qué es mi cuerpo aquí sino ya casa, vertedero obsceno del sol en este oscuro desierto? ¿así habrá sido ver al sacerdote enfrentarse a su histórica mirada, entregarse humildemente al vacío? ¿y qué habrá más allá del sacrificio? ¿será cierto que con nuestra sangre se renueva el universo? IV algo en la mesa llama a tu silencio, será el libro abierto, la foto vieja, los planos olvidados de la casa, el polvo que se acumula perene; las cartas puestas boca abajo cierran aquellas puertas aún desconocidas. ya no hay caminos que tus pies conozcan, en esta vida o en la otra, padre nuestro, que no conduzcan a la muerte tibia de tu alma, dios de todos tus sentidos; los árboles los sueñas tú, las flores, mas no los ojos que sin ti te miran. _________________________________ Jorge Pérez Escamilla Nacido en la Ciudad de México en 1980, estudié literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana y fui miembro de la primera generación de la Escuela Dinámica de Escritores, dirigida por Mario Bellatin. Fui miembro por ocho años del colectivo Teatro Ojo, grupo que ha trabajado alrededor de los espacios liminales por más de dos décadas presentando proyectos en distintas ciudades de América y Europa, en sedes como el Museo Universitario de Arte Contemporáneo y el festival Belluard Bollwerk, en Fribourg, Suiza. He sido investigador documental e iconográfico, así como curador, en una treintena de museos y exposiciones en México y otras partes del mundo. Tengo, a la fecha, cuatro libros publicados: Lo mortal (Versodestierro, 2013); Las lenguas muertas (Ediciones Camelot América, 2018; Ediciones Periféricas, 2021)  Síndrome O'Gorman (Ediciones Camelot América, 2019) y Principio de incertidumbre, (Ediciones Camelot América, 2022).

  • Dos poemas | Alicia Párraga

    NOCHEVIEJA El vestido fue mi carne abierta. Una manta llena de bolas hizo la función de capa castellana. No hubo cena. Tampoco uvas ni brindis. Sólo goteros, anestesia y aturdimiento. Fuegos artificiales daban la bienvenida al año, y yo era una perra callejera atemorizada en una cama de hospital con una cría bajo mi costado descubriendo su propia respiración. PAZ Su cuarto había tomado forma de dormitorio griego, y en la cocina repartíamos en silencio caldo aún caliente en las viejas duralex. No fue fácil el trago, pero quien se alimentó de hambre murió tranquila porque su cocina seguía oliendo a comida. (Ambos poemas forman parte de “Lengua madre” Ediciones En Huida, 2022) _________________________________ Alicia Párraga (El Esparragal, Murcia, 1985), licenciada en Filología Clásica por la Universidad de Murcia, trabaja como profesora interina en diversos institutos públicos desde 2009. Algunos de sus poemas fueron publicados en la revista digital Bohemia y en los fanzines Carne para el perro y Manifiesto Azul. Hasta la fecha ha publicado dos poemarios:“Kairós” (Boria Ediciones, 2020) y “Lengua madre” (Ediciones En Huida, 2022). Además ha sido traducida al italiano por el Centro Cultural Tina Modotti.

  • Dos poemas | Jean G. Burset Catinchi

    A Guarionex Otra vez la música acendra los párpados. Rapta el cuerpo y usurpa la sangre con un fuego antiguo que brota del costado y enciende árboles, avenidas y prados. Ya no hay remordimientos ni crudas reminiscencias, sino pura convivencia de existencias anteriores. Tampoco periferias, sino crisol y centro gestando formas geométricas y centelleantes. Todo cruje, trepida, restalla. Las fieras huyen y hasta la mota de polvo destella como un diamante. Un soplo de maderas y cuerdas anuncia el advenimiento de metales; de címbalos y sables, cometas y trompetas. Asciendo y enternezco ante la posibilidad de tanto hallazgo. Y un coro de voces murmura: «Los ángeles no son chispas sino sonoridades». *** A Jean-Pierre Al anochecer, la procesión hacia las tabernas. Cada cual, con sus heridas, sus historias repetidas, revisadas, y la revelación de alguna novedad. Sobre las mesas, la ceniza amontonada, las botellas esparcidas; costelaciones que cifran la amistad. Luego la incómoda pregunta: ¿A quién toca la ronda?, y en las mejillas, el rubor arrinconado de quien no tiene dinero para reciprocar. Pero alguien siempre convida, distribuye el polvo, la facundia. Y cual milagro, elimina el pudor y la gravedad. Ahora, el deseo humea como un bosque. Y en el aire, una música anodina y rampante, imanta el amor a los cuerpos. Donde el licor crece insomne, como un arroyo que todo lo arrastrará. _________________________________ Jean G. Burset Catinchi (San Juan, Puerto Rico, 1993). Escritor y cineasta. Autor de Herrumbre (Riel, 2022). Graduado de Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez. Obtuvo su maestría en Producción de Cine en Georgia State University. Sus textos han sido publicados en Revista penúltiMa, Casapaís, Oculta Lit, Sur|Norte, Cruce, The Puerto Rico Review, Ric Journal y Revista Instituto de Cultura Puertorriqueña.

  • Tres poemas | Óscar Páez

    CANCIÓN ANIMAL Atado a la sombra yace mi forma animal. Sobre la estela de mi saliva descansa mi pellejo,                                                       ahogándome con mi propio llanto, impregnando de hedor los túmulos de monte, me picotea la noche hasta el final. Sobre mi cabeza el ánima de la peste se posa abriendo sus fauces, saboreando mis lagrimas. Los años en caravana pasan por mis ojos con sus figuras iluminadas por un sol maldito. Mi cuerpo se separa de su psique, y lo que queda de él es solo la mancha de una criatura indefensa. Mi mugido parte del vientre como una canción maternal ahuyentando la presencia del frío. Mi última habitación se llena de hormigas. Todas llevan en su torso mi miedo esparciéndose en la arena. Los últimos segundos parecen eternos, los músculos se destensan contrayendo el alma, los tendones, huesos, órganos, cerebro, arterias, ojos, manos, pies y boca. Los pensamientos se contraen, como perros embravecidos intentando salir de este corazón que se formó hace años en el vientre de mi madre, el mismo que en pocos segundos dejara de latir. ESPASMO I Hay un dolor que viene arrastrándose                                                                                                            en la desesperación de estas lágrimas                                                                                                           va absorbiendo su propia sombra                                                                                                                   se oculta de el sol en la alborada de esta herida                                                                                                     todos los rayos que cubren el mundo                                                                                                              se desvanecen en su llanto                                                                                                                                  y se parten en la espalda de este bosque                                                                                                   donde auxilio a mi grito de infante Hay un dolor antiguo tallado en la madera de mi piel                                                                apolillándose con las termitas de los años                                                                                                   vine desde el olvido, es un espasmo                                                                                                             que revienta en cada ojo                                                                                                                                  me va provocando fuga de recuerdos                                                                                                                 y hace que me crezcan tulipanes                                                                                                                       alrededor de mis pestañas Hay un dolor que no es de esta carne                                                                                                          pero se asoma como un perro herido                                                                                                            por la rendijas de esta casa                                                                                                                              su alarido se fermenta en lo opaco del agua                                                                                                    y de ella emergen figuras ajenas a mis manos                                                                                         como una invocación involuntaria de mi mismo Hay un dolor que se le arrastra a la noche                                                                                                     un lenguaje onírico de laberintos que sangran                                                                                                 por la mandíbula  abierta de mis párpados                                                                                                una mirada en pleno eclipse zurciéndome la piel                                                                                       con el azufre de estas adoloridas palabras                                                                                                  que van apoderándose de todo                                                                                                                    con su fuerza de caballos gigantes                                                                                                                que se coagulan en mis entrañas VIBRACIONES Todo perece en el canto de lo siniestro. En este soltar de palabras, que penan en lo distinto. El ruido se vuelve parte de lo extraño, se confunde con lo indescifrable, pero dentro de ese algo existe una voz. Desde esta invocación de cuervos mis plumas son solo restos de ciertas noches, de perros menguando en su fornicación estelar. La poesía es una enfermedad de transmisión verbal que se resquebraja en los oídos del mundo, como una ausencia inconsolable se hace líquido, se alimenta de los ecos que alguna vez fueron sonido fortalecen su propia forma con los pedazos de esta vibración. _________________________________ Óscar Páez (Huatusco, Veracruz, México, 1993) cursa la licenciatura en Psicología. Estudió creación literaria en los estudios Red De Letras 2019 y en distintos talleres de poesía. Es autor de Armario de brevedades, libro de minificción, publicado en 2020 por Editorial Versoterapia; y los poemarios Balada del dios atrofiado y Ladrido tallado en piedra memoria (Ediciones Awita de Chale y Niño Dawn Editorial) publicados en 2023. Finalista del Concurso de Poesía Emergente Antonio Alatorre 2022 y el Premio Francisco Javier Estrada 2022 Poesía en Atril. Sus textos aparecen en las revistas Granuja, Enpoli, Gatomadre, Enchiridion, Poetómanos, Poetripiados, Periódico Poético, Universo de letras UNAM, Minificción Cósmica, Carcaj, Kametsa, Golfa, Awita de Chale, Campos de plumas, Bitácora de vuelos, entre otras.

  • Tantas vidas y Me niego a seguir siendo una bala | Omar Cruz

    TANTAS VIDAS Yo, te he visto: vagando sobre los tejados, descansando sobre el humo de las chimeneas, jugando con el filo de un poema, saliendo de diferentes bocas estrechando tu lengua, sobre la pérgola del vacío. Caminando entre las enredaderas, asomando tu rostro sobre el brillo de un cuchillo. Agitando las gotas de lluvia, apagando las luces de la vida, reencarnando entre el polvo de la memoria. Yo, te he visto: agotando tu sangre, afilando tus ojos, posando entre las tinieblas, caminando entre las sombras, exponiendo a diario tus músculos y tus vidas Yo, te he visto: brotando de la cera de una vela, clausurando la ceremonia de la historia, enclaustrado entre el gris de la ceniza, ilustrando con tu figura; la imagen enferma de la noche, ronroneando entre los vestigios de un faraón. Gato negro, yo te he visto: naciendo entre el ardiente caminar de esta y tantas vidas… ME NIEGO A SEGUIR SIENDO UNA BALA Habitar en los tambores, recorrer la carne de los hombres y las lágrimas de las mujeres es un oficio en el que no pienso seguir. Hay lugares que me entristecen: el corazón de un árbol, lo que se quiebra dentro de una botella, —ahí no pienso volver— porque la rabia me consume y mi plomo se apaga lentamente. Ya no quiero ser una bala: y petrificar la sonrisa de una madre mientras espera la llegada de su hijo, el beso color carmesí de su hija, o incluso el nombre del padre en una oración que no tuvo cabida. Todos creen que no tengo pesadillas: pero, a veces, dirigida por la locura siento que el desenfreno me llama y de mis partículas se apodera la ira, cuando el dedo índice lanza gritos y me enseña otros caminos, caminos en donde nadie me espera, y en donde mi opaco nombre parece quedar atrapado, en la lectura de alguna carta del evangelio. Me niego a seguir siendo una bala: a creer que el calibre dice la verdad, a rezar el padre nuestro antes de salir expulsada y creer que la muerte es mi mejor amiga. Sentada, frente a la pared: escupo lo que me queda de esperanza. Ya no hay vuelta atrás, perforar desde todos lo puntos cardinales y llevar el peso de la inquisición, es algo así como mi condena y mi apabullante destino. _________________________________ Omar Cruz (El Progreso, Yoro, Honduras, 1998). Estudiante de la carrera de Periodismo y Antropología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Algunos de sus textos aparecen en diversas revistas literarias, periódicos de América y España. En el año 2022 fue finalista en el Concurso de Cuentos de Suspenso, Ciencia ficción y Misterio convocado por la revista literaria mexicana Inéditos y en 2023 ganó la Convocatoria de Ensayo Breve de la revista literaria Vuelo de Cuervos en España. Es autor del poemario: Hologramas de ayer, hoy y para siempre (Atea Editorial, 2019). Ha sido traducido al Inglés, Catalán, Italiano y al Japonés. FACEBOOK: OMAR CRUZ TWITTER: @OmarZavala1998

  • Short poems | Sophia Jamali Soufi

    Foto: @BidiBomFoto (Escape) Like the landing of yellow leaves Sadness sits in my eyes Pain explores my being And the wounds get hot I am full of escape Full of longing that takes root in me I take the suitcase I give my heart to the rounds The anger of the sky bursts on my face My eyes tremble I repeat in my mind Someone will find me from the trail of tears... (Loneliness) Shadows wander through the house Loneliness Standing in the mirror he asks me how I am tell me Of what love? how do I talk Now that the wounds are growing on me And the memories send me off with a cold kiss... (Last Survivor) the roses withered the roofs collapsed The alleys came to a dead end The butterflies sank into the cocoon of death. it's not heavenly anymore it's not solar no smile bring a candle close your eyes come with me to the cemeteries I am the last survivor... (collapse) Will light shine from the dark corners? Shadows bend on their knees they cry Loneliness is like a leech He sucks the place of the last hug from my body I know One day all the pits will be filled with our broken faces... (Lost) The waves lie The clouds lie Crickets lie I know you will come Even if the weather is stormy Even if the waves wash away the traces of the last memory I know you will come I am lost Like branches that have lost spring I seek refuge in the horizon and the seas... (darkness) My fingers are drawn on the edge of the razor In unanswered screams do you see Loneliness dances between the walls do you see I have fallen into a corner I can't hug anyone because of my wounds It is dark here dark dark And no one understands my dead look behind the syllable of silence... (Kiss) No memory is easily buried you will remember me In the harsh winter When death kisses your forehead... (sting) I have cried so much that I have forgotten my eyes My smile is like a snake bite complicated painful poisonous The words die without coming out of the throat I sigh And I hug myself like that that there is no escape but to split the mirror and dreams... (immortal) Your absence chains the memories to my being time flies without passing love passes And sadness remains eternal It hurts the heart And it slowly digs into my existence time flies without passing love passes And sadness remains eternal... (Dream) I don't see anything else the images of dreams Under the blows of life my head is bloody But it doesn't bend Every time my falls are more my wounds are deeper Every time I will come back stronger... (the spell) There is no smile on my face No light shines on my eyes Alone in the corner of the night I sing my sad silence Ah, O cursed autumn Nobody remembers me... _________________________________ Sophia Jamali Soufi. I was born in Rasht, Iran. I am a student of architecture. Since childhood, I was very interested in writing poetry and reading books. My first book titled "Sophia's memoirs" was published last year. My poems have been translated into English, Portuguese, French, Spanish, Turkish, German and published in many literary magazines and websites.

  • En un papeliko... | Andrés Piña

    En un papeliko... Por: Andrés Piña Una akdamá de la aftahá [eskrita para el olam] Traducción: En un papelito... Por: Andrés Piña Una introducción de la esperanza [escrita para el mundo] _________________________________ Andrés Piña (Ciudad de México, 1989) Estudió la licenciatura y la maestría en Filosofía en la Universidad La Salle, donde ganó la Medalla Febres Cordero a la excelencia académica. Es miembro de la comunidad de hablantes de judeoespañol Ladinokomunita, y miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de La Salle, también escribe en los medios: Apuntes de Rabona y Revista Purgante. Tiene 4 libros de poesía publicados.

  • El Iris Salvaje | Louise Glück

    EL IRIS SALVAJE AL final del sufrimiento me esperaba una puerta. Escúchame bien: lo que llamas muerte lo recuerdo. Allá arriba, ruidos, ramas de un pino vacilante. Y luego nada. El débil sol temblando sobre la seca superficie. Terrible sobrevivir como conciencia sepultada en tierra oscura. Luego todo se acaba: aquello que temías, ser un alma y no poder hablar, termina abruptamente. La tierra rígida se inclina un poco, y lo que tomé por aves se hunde como flechas en bajos arbustos. Tú que no recuerdas el paso de otro mundo, te digo podrías volver a hablar: lo que vuelve del olvido vuelve para encontrar una voz: del centro de mi vida brotó un fresco manantial, sombras azules y profundas en celestes aguamarina. THE WILD IRIS At the end of my suffering there was a door. Hear me out: that which you call death I remember. Overhead, noises, branches of the pine shifting. Then nothing. The weak sun flickered over the dry surface. It is terrible to survive as consciousness buried in the dark earth. Then it was over: that which you fear, being a soul and unable to speak, ending abruptly, the stiff earth bending a little. And what I took to be birds darting in low shrubs. You who do not remember passage from the other world I tell you I could speak again: whatever returns from oblivion returns to find a voice: from the center of my life came a great fountain, deep blue shadows on azure seawater. _________________________________ Extraído de Louise Glück. El iris salvaje, Louise Glück, 1992 | Traducción de Eduardo Chirinos | Paper Bag Poetry Review 2023. Louise Glück. Poems, 1962-2012, Louise Glück, 2012, Farrar, Straus and Giroux | Paper Bag Poetry Review 2023.

  • Siluetas hablando porque sí | Diego L. García

    Foto: Diego Bernachi Siluetas hablando porque sí (Editorial Casa Vacía, Estados Unidos, 2022) Ambient music must be able to accommodate many levels of listening attention without enforcing one in particular; it must be as ignorable as it is interesting Brian Eno OUT-IN las sombras solo dejan un contorno para las telas. el pelo acolchado. el cigarrillo saliendo de foco. detrás se lee con dificultad algo así como control de paquetes y la gente que entra y sale en una cinta de producción. baja la velocidad o nunca regresarás. qué estamos esperando. nada parece tener sentido dice la mujer de negro a la mujer de blanco mientras gira la cara NECESITAS UN TRAJE NUEVO puede limpiar los platos o saltar por la ventana todo en un relámpago de sudor que no podrá evitar que la carta llegue. el buzón de la realidad está colmado. pero hay espacio en la muerte para que todos digan lo suyo. pagamos para oír pero solo son siluetas hablando porque sí. no hay más expectativa nadie explicará todo esto por nosotros -ALTON todos repetidos. el viaje termina en la ruleta de un programa para ganar premios. pero es de noche y el frío le hace olvidar los tantos nombres que ha tenido. lo suyo se reitera con ánimo de ganancia. una franja horizontal. un felino suelto. lo que es igual sigue su curso sin victorias que lamentar _________________________________ Diego L. García (Buenos Aires, 1983). Es Profesor en Letras, por la UNLP. Entre sus libros figuran Esa trampa de ver (Añosluz, Argentina, 2016), Una voz hervida (Jámpster e-books, Chile, 2017), Una cuestión de diseño (Barnacle, Argentina, 2018), (Fotografías) (Zindo & Gafuri, Arg., 2018; 2da ed. Liliputienses, España, 2020), Las calles nevadas (Barnacle, Argentina, 2020) y Siluetas hablando porque sí (Editorial Casa Vacía, Estados Unidos, 2022). Forma parte de la antología de poesía latinoamericana País imaginario: escrituras y transtextos 1980-1992 (Ay del Seis, España, 2018). Se publicó en Bolivia una selección de su obra titulada Modo Arcade (Electrodependiente, 2018). Colabora en diversas revistas con reseñas, traducciones y artículos críticos.

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