Poema debajo de un adiós en los labios.
A quien más dolor me causa.
Es el amor que con su ala cierne mi sangre.
Fue tu cuerpo, esa otredad, un paso doblegado a mí,
desde el tiempo hecho de auroras y de olas.
Fue ser de sombras que crecen desnudas
entre las manos como recuerdo de tu imagen,
como lo blanco de tu gemido líquido en mi boca,
agolpada, adentro de mí,
mientras se deshacían en vértigo las noches
alejadas de las redes de eterna flecha y puñal, oscuridad;
amarrados en la sangre del río por lo oculto del estertor.
Te detienes en mis labios, en horas de lágrimas:
tú, desnudez táctil;
un cuerpo que eclipsa los metales oscuros y es vida, aún
en el espíritu cuando las aves sean nuestra quemadura
y nuestra muerte.
Poema en donde no soy ni seré.
A pesar de mí.
Hay en mis venas un nombre de cristal y de odio,
hay una guitarra de ecos rumoroso y de oquedad en la caricia:
poblada de caminos y de combatiente temor de perfil,
de magnolias o de muerte bajo el nitrato de la piel.
Una vocal es un cóndor de herida humana,
íntima, encendida con nuestras bocas al unísono
que huyeron dejando al cielo y a tu mirada sin desgarradura.
Aún te quiero en el sueño de eternidades sinuosas, aún en mí
quiero el fulgor de tus brazos enemigos, amor,
detenerme en cada tacto de maduro trigo
y besarte, ya en la ausente orilla de la soledad
con mi sueño.
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Adrián Chaurán nació en Lechería (Venezuela, 1999). Cursa estudios de “Lengua y Literatura” en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Es autor de "Ala dulce y Homicida". Recibió una Mención Honorifica en el III Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2022; es ganador del IV Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil 2023 y obtuvo la máxima distinción del Primer Concurso del Grupo Editorial Encontrarte.
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